Buscando un paso, una ruta y confirmar una sospecha, dieron la primera vuelta al mundo.Cinco barcos dejan atr s Sanl car de Barrameda en septiembre de 1519. Esa flota busca una ruta diferente hacia las islas de las Especias, que no estuviera en manos portuguesas. Mandadas por Fernando de Magallanes deben encontrar un paso al mar del Sur para luego navegar por un oc ano enorme e inexplorado, que se mostrar a como el m s grande del mundo: el Pac fico. Una gesta imprevista que complet Juan Sebasti n Elcano, tres a os despu s, al atracar en Sevilla con la nao Victoria y solo dieciocho hombres enfermos. Hab an dado la primera vuelta al mundo de la historia. En el Quinto Centenario de una de las m s grandes gestas de la historia de la humanidad, con su impecable estilo y habitual rigor hist rico, Calvo Poyato nos desvela en La Ruta Infinita la historia de esa aventura que fue algo m s que la Primera Vuelta al Mundo. --Santiago Posteguillo
Buscando un paso, una ruta y confirmar una sospecha, dieron la primera vuelta al mundo.Cinco barcos dejan atr s Sanl car de Barrameda en septiembre de 1519. Esa flota busca una ruta diferente hacia las islas de las Especias, que no estuviera en manos portuguesas. Mandadas por Fernando de Magallanes deben encontrar un paso al mar del Sur para luego navegar por un oc ano enorme e inexplorado, que se mostrar a como el m s grande del mundo: el Pac fico. Una gesta imprevista que complet Juan Sebasti n Elcano, tres a os despu s, al atracar en Sevilla con la nao Victoria y solo dieciocho hombres enfermos. Hab an dado la primera vuelta al mundo de la historia. En el Quinto Centenario de una de las m s grandes gestas de la historia de la humanidad, con su impecable estilo y habitual rigor hist rico, Calvo Poyato nos desvela en La Ruta Infinita la historia de esa aventura que fue algo m s que la Primera Vuelta al Mundo.
Buscando un paso, una ruta y confirmar una sospecha, dieron la primera vuelta al mundo.Cinco barcos dejan atr s Sanl car de Barrameda en septiembre de 1519. Esa flota busca una ruta diferente hacia las islas de las Especias, que no estuviera en manos portuguesas. Mandadas por Fernando de Magallanes deben encontrar un paso al mar del Sur para luego navegar por un oc ano enorme e inexplorado, que se mostrar a como el m s grande del mundo: el Pac fico. Una gesta imprevista que complet Juan Sebasti n Elcano, tres a os despu s, al atracar en Sevilla con la nao Victoria y solo dieciocho hombres enfermos. Hab an da