En el año 1999, el Doctor Ramón Esteban Jiménez, psicólogo, psiquiatra y filósofo, comenzó una serie de investigaciones sobre el proceso de canalización de las entidades conocidas como los Maestros.A través de ellos, se tuvo a acceso a una nueva serie de paradigmas sobre la organización del universo, los planes que cada uno de nosotros establecimos en nuestra vida y cómo podemos navegar a través de estos planes de una forma consciente y ágil.Los antecedentes de este trabajo son las investigaciones hechas por los psiquiatras norteamericanos Ian Stevenson, Raymond Moody y Brian Weiss. Al igual que ellos, el Dr. Esteban halló evidencias de una oganización de aprendizaje a través de diferentes vidas, según los reportes de múltiples pacientes sometidos a terapias regresivas, pero hay un salto importante en cuanto a la comunicación que pudo establecer con los seres de luz que acompañan al alma en el análisis de sus experiencias.Todos los hechos que se suceden en nuestra vida tienen un propósito que se ha originado en un plan maestro. Este plan fue diseñado por nosotros mismos. Lo hacemos para expandirnos a través del conocimiento de las emociones porque es lo único que el amor puede hacer por sí mismo: expandirse. Qué pasaría si pudiéramos conocer partes de ese plan maestro y darle un contexto, una explicación, a las situaciones fáciles y difíciles en nuestra vida?Los Maestros, entidades de luz que nos acompañan en nuestra vida, nos brindan a través del libro Las trece vidas de Cecilia, una explicación de cómo se elaboran esos planes de aprendizaje. Nos explican la verdadera naturaleza de lo que denominamos maldad y por qué se manifiesta en ocasiones en nuestra vida. De esta manera, nos regalan la posibilidad de obtener un visión diferente de nuestros problemas; y a partir de ahí elaborar mejores estrategias para trascenderlos . Es una oportunidad de conocimiento, responsabilidad, liberación y toma de control en nuestras vidas con el amor aglomerando el proceso. Una oportunidad para continuar nuestra vida con levedad y felicidadQuerido lector, le aseguramos que nada en su vida es una casualidad, incluyendo, por supuesto, la lectura de estas palabras. Le damos un gran abrazo de bienvenida y le recordamos algo que una parte de usted siempre ha sabido: no está solo.