Esta obra trata sobre la cuestión de las comunidades que constituyen el tejido social de la Europa moderna. Se interesa más específicamente por las relaciones que estas mantienen con las personas que las componen o aspiran a integrarlas. Define su propósito como espacio de interacción social que pone en juego individuos y recursos, materiales o inmateriales, con el fin de captar los procesos por los que cada sujeto se incorpora a dichas comunidades.